La calidad de las distintas Administraciones Públicas

Fuente: 
Expansion.com

Artículo del Presidente de FEDECA en expansion.com:

La calidad de las distintas Administraciones Públicas

El envejecimiento de la población , la globalización y la segunda revolución industrial determinará una nueva configuración de las Administraciones públicas y las tareas de los funcionarios.

El Instituto de Estudios Económicos ha publicado recientemente un Estudio sobre el empleo público en España en el que se analiza la función pública española y el entorno en el que se desenvuelve, con una población occidental cada vez más envejecida y en medio de una profunda revolución científico-tecnológica, la llamada segunda revolución industrial.

Todo ello en un contexto de globalización mundial que modificará sustancialmente un gran número de políticas públicas, lo que afectará inevitablemente a las Administraciones públicas y a sus servidores, los empleados públicos.

El informe analiza la calidad de nuestra Administración pública y la compara con los de los países de nuestro entorno valiéndose de una multitud de indicadores que señalan deficiencias en la calidad de nuestras instituciones, tanto en lo que se refiere a índices de desempeño y de productividad, como a los de estructura y de organización administrativa, elementos todos ellos que, en cierta medida, han coadyuvado los fenómenos de corrupción que han consumido España en los últimos 30 años.

En este estudio, o también en el excelente trabajo del profesor Carles Ramió Matas sobre Renovación de la función pública se dibuja un panorama de una Administración pública con tintes de clientelismo, cómplice de la corrupción, aunque solo sea por no haber sabido o no haber podido atajarla, con sueldos que exceden y a menudo duplican los del sector privado, con elevadas tasas de temporalidad, y que no se ha adecuado suficientemente, en tamaño y en organización, a los tiempos de crisis que nos ha tocado vivir.

Reforma

En los trabajos anteriormente citados, y en general, en todos los estudios sobre estas cuestiones, es lugar común el realizar un análisis global de todo el sector público español, y tras dicho análisis general, aportar diversas líneas de actuación para intentar paliar los problemas puestos de manifiesto.

Este análisis "grueso" de la Administración española puede tener su utilidad para llevar a cabo comparaciones internacionales o para otros fines, pero resulta incompleto cuando se realiza para proponer medidas para su reforma, porque no atiende de forma suficiente a la gran diversidad de estructuras y de órganos públicos, cuasi públicos o semipúblicos que existen en España.

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